Creando hueso con células de la piel

Después de un accidente o una enfermedad degenerativa, muchos pacientes necesitan recurrir a injertos propios o implantes artificiales para tratar sus lesiones óseas. Aunque son muy útiles, estas soluciones no siempre consiguen reparar por completo el problema y en ocasiones provocan reacciones indeseadas, por lo que se investigan nuevas alternativas más adecuadas.

Una de estas opciones podría venir de la mano de las células reprogramadas, tal y como sugiere un trabajo publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences. Sus autores, entre los que figura el español Iván Marcos Campos, investigador de la Universidad de Columbia y adscrito al Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud, han conseguido desarrollar huesos en el laboratorio a partir de células de la piel. Estas células fueron alteradas para conseguir que su reloj interno se retrotrajera a un estadio primitivo y pluripotente que permitiera después convertirlas en otro linaje celular. De momento, sólo se ha probado en animales, pero estos investigadores auguran que su hallazgo abre la puerta a terapias reconstructivas personalizadas.

La posibilidad de desarrollar sustitutos de los huesos adaptados al paciente y con su mismo perfil inmunológico permitiría solventar cualquier lesión eliminando al mismo tiempo todos los problemas asociados.

"Es una opción muy interesante porque permite solucionar un problema óseo sin que esto suponga ningún perjuicio para el paciente. Ahora, en muchas ocasiones, se realizan injertos utilizando otro hueso sano del enfermo, con todo lo que eso implica", señala Marcos Campos.

Los sustitutos óseos generados en el laboratorio se colocaron en varios ratones a los que se evaluó durante 12 semanas. En ese tiempo, no desarrollaron ningún tumor ni sufrieron rechazo alguno. Al contrario, se comprobó que las células habían comenzado a integrarse en su organismo, a través de la formación de precursores de vasos sanguíneos; algo "clave, pues uno de los mayores problemas es lograr vascularizar el hueso, que es fundamental para garantizar su viabilidad", señala Marcos. Además, ese material tenía "las propiedades mecánicas adecuadas" y presentaba una buena osteointegración, entre otros signos.

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