10 claves para ir descubriendo Cádiz

1. A vista de pájaro La Torre Tavira es un must tanto para visitantes como para los propios gaditanos. Porque ver su ciudad desde las alturas es una experiencia que impacta. Más, si te la cuentan reflejada en la pantalla de una cámara oscura. Esta es una de las muchas torres de vigilancia desde las que, en siglos pasados, los comerciantes controlaban la llegada a puerto de las naves de ultramar.

2. A comer El Mercado Central es, por calidad y variedad de productos, el templo de la gastronomía gaditana: un auténtico espectáculo sensorial. Y ahora, además, también lo es por su Rincón Gastronómico, que permite degustar propuestas tan originales como la de Gadisushi, donde Mauricio Navascués acerca las cocinas japonesa y gaditana a través de un elemento común: el atún rojo. Destacan también el puesto de cervezas del mundo Gades Beer, el de cocina italiana y el de vinos.

3. La movida sobrevive Inaugurado en 2012, con motivo del Bicentenario de la célebre Constitución de Cádiz, el centro ECCO pretende convertirse en motor y cobijo para la creación artística en la ciudad. De momento, ya acoge una joya de nuestro tiempo: la colección El Valle de los Caídos, realizada por Costus (Juan Carrero Galofré y Enrique Naya Igueravide), transgresora pareja de artistas que fue un icono de la movida madrileña.

4. Lo más nuevo es lo antiguo Durante la construcción del Teatro del Títere, sobre lo que fue el antiguo Teatro Cómico, tuvo lugar un descubrimiento arqueológico de primer nivel: los restos más antiguos, encontrados hasta el momento, de la presencia fenicia en la ciudad (siglo IX a.C.). Superpuestos a ellos, vemos hallazgos también del periodo romano. Todos ellos se muestran de una forma interactiva y muy entretenida: la introducción es un pequeño corto documental que recuerda a CSI.

5. Ciudad de títeres En tiempos, el teatro de títeres de la Tía Norica fue el principal entretenimiento de los gaditanos (carnaval aparte). Con la llegada de la radio a los hogares, la tradición estuvo a punto de desaparecer. Por fortuna, recuperan y revitalizan esa tradición el Teatro del Títere, al que ya hemos hecho referencia, y un pequeño museo situado en las bóvedas del monumento de Puerta de Tierra, cuya colección permanente incluye marionetas de todo el mundo. Una exposición no solo para niños, también para nostálgicos.

6. Un parador a la última La gran reforma de este emblemático establecimiento terminó en 2012, coincidiendo con la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado. El resultado es el alojamiento con diseño más actual y funcional de la ciudad, dotado de amplísimos espacios. Junto a las 124 habitaciones (si te lo puedes permitir, reserva una de las junior suite de la última planta), destaca la oferta gastronómica, el spa y una piscina con soberbias vistas tanto a la ciudad como al océano.

7. Mirando al mar Estas cuatro son las playas de la ciudad de Cádiz: La Caleta, La Victoria, Santa María y Cortadura. De ellas, las dos primeras son las más concurridas y animadas. De hecho, el ambiente de La Caleta,

de puro auténtico y particular, roza lo hipster. Por su parte, la de La Victoria concentra los chiringuitos más de moda (como Bebo los vientos) y, en el Paseo Marítimo, los mejores locales de marcha nocturna.

8. Vocación clásica Al sentarse en la mesas del Café Royalty resulta inimaginable que pudiera estar en el olvido durante décadas o, incluso, que fuera utilizado como almacén durante la posguerra. Pero lo cierto es que hoy es un referente del buen gusto clásico. Un lugar a lo café vienés (incluso deliciosas tartas) con una parte dedicada a restaurante donde prevalece una excelente cocina de producto y mercado.

9. Con mucho arte Hay diseño de moda en Cádiz, con proyección nacional, incluso. Uno de los estandartes es Manuel Odriozola, cuyo taller visitan novias –y no solo– venidas de toda España. De hecho, ha vestido a mujeres tan conocidas como Eva González, Raquel Revuelta o Esther Arroyo. En sus diseños llama la atención el color, no en vano está especializado en modelos de celebración.

10. Alguien canta en mi balcón En verano la noche gaditana está llena de propuestas culturales. Este año, una de las más originales es el certamen Flamenco en los balcones. El planteamiento es sencillo: todos los martes hasta finales de agosto habrá actuaciones desde algunos de los más singulares de la ciudad, mientras el público asiste al espectáculo en plena calle. Sin duda, una buena manera de acercarse a la esencia cultural de esta tierra.

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